domingo, 28 de febrero de 2016

Memorias de un asesino a sueldo | Reseña

Crítica elegancia teñida de negro y humor.

Título: Memorias de un asesino a sueldo.
Autor: Daniel Ter.
Año: 2015.
Páginas: 180.
Medidas: 15x23cm.
Acabado: Rústico con solapas.
Idioma: Castellano.
ISBN: 78-84-941680-7-9.
Precio: 16,50€.
Editorial: Algón Editores.



       Sinopsis
¿Por qué hay que aguantar ocho horas al día, cinco días a la semana, veinte al mes y doscientos diecinueve al año, sentado tras un escritorio? Y además hasta que cumplas sesenta y siete tacos o te mueras antes. ¿Hay algo que pueda explicar los madrugones y las cabezadas contra el cristal helado de la ventanilla del tren de las siete y media? ¿De verdad llevas la vida que soñaste alguna vez? Aquí vas a encontrar respuestas inesperadas a esas preguntas impertinentes. Con situaciones ridículas, humor negro, momentos esperpénticos, anécdotas entrañables, marrones a raudales, crisis de autoconfianza, sermones morales y puñaladas traperas. Si lo empiezas no podrás dejarlo. ¡Atrévete!

martes, 23 de febrero de 2016

¿Han despedido a Laura Manzanedo?

Voz de Ponte a Prueba durante 7 años. Ella, una profesional polifacética que ha teñido de humor y coraje las noches de miles de oyentes está en boca de tantos por su ausencia en el programa.
Desde el medio no dicen nada, no dan explicación a una falta que tanto notamos. Por otro lado, surgen rumores que hablan de un posible despido de Laura Manzanedo.

Ante esta posibilidad cabe preguntarse: ¿qué podría haber llevado a tal despido? Se han podido presenciar momentos de tensión en antena, pero nada nuevo ni mucho menos promovido por la locutora.
No saldría de mi asombro si se confirman las sospechas. Consideraría esto una grave pérdida para el programa y sé que la mayoría de oyentes coinciden conmigo en ello. Por supuesto, no veo razón alguna por la que prescindir de ella, una mujer con experiencia, tablas y esencia propia.

Añadir a título personal mi admiración hacia LM. Sin lugar a dudas, seguiré su trayectoria en todo aquel proyecto en el que se embarque a partir de ahora.
Además, quiero manifestar públicamente mi apoyo a la voz que me ha acompañado durante toda mi adolescencia y a la que recientemente pude empezar a llamar amiga.

¡ESTAMOS CONTIGO LAURA!

martes, 2 de febrero de 2016

Ponte en mi piel | Historia de una sorpresa.

Te levantas un día con los nervios a flor de piel. Un examen bastante complicado ocupa tu cabeza y no te deja pensar en nada más. Desayunas repasando la materia con tu amiga y te das cuenta de que no recuerdas nada de lo que estudiaste el día anterior. Llega el examen y todos los nervios se transforman en concentración, lo das todo y sales con la satisfacción de saber que te has esforzado.
Le dices a tu amiga "Ey! ¿Por qué no comemos fuera?" Y eso hacéis: pedís un bocadillo enorme para compartir y os lo coméis en un banco de una plaza llena de árboles frondosos y palomas en celo.

Te despides de tu amiga, vuelves agotado a casa y decides echarte un rato para poder afrontar mejor el estudio de la siguiente asignatura en pasar examen. Cuando llega el momento de volver a la realidad decides quedarte un par de minutos más en la cama. Agarras el móvil y abres Twitter, como de costumbre, para ver "qué se cuenta la gente".

De pronto te llama la atención encontrar tu nombre escrito. ¿Quién te diría algo ahora? ¿Qué querrán de ti? Estás aún adormilado y no tienes la mente para pensar demasiado. Inmediatamente después ves que quien te ha mencionado ha sido Melo (YellowMellowMG). No puede ser, será una confusión o habrá respondido algún tweet que le hayas podido escribir días atrás. Sigues leyendo y hace mención a todas las felicitaciones que al parecer muchas personas te dedican. "¿Por qué me felicitan? Hoy no es mi cumpleaños".

Empiezas a atar cabos y recuerdas que te presentaste a un concurso (sin creer que pudieses ganarlo, evidentemente). "No creo... no puede ser".

Te levantas como para despertarte completamente y enciendes el portátil con bastante prisa mientras vas poniendo en situación a la familia. Tras un rato interminable consigues abrir Twiter y ves que tus notificaciones no dan para más. Algo ha pasado.

Rápidamente pones el vídeo en cuestión de Melo y empieza a confirmar tus sospechas (las que aún no creías del todo). Pero es ese momento en el que su móvil se enfoca y ves tu tweet cuando te llevas las manos a la boca y reprimes el enorme grito que quieres pegar.
Te vas, más concretamente a Australia. Y eso no es todo, sino que vas a ver a Melo, pero no a través de una pantalla como estos años atrás. No, esta vez podrás abrazarla y decirle todo eso que te ha hecho sentir, cómo te ha ayudado o animado sin saberlo.
Mucho más que todo eso, podrás darle las gracias por todo.

Luego te detienes a leer los tweets que te llegan y ves un factor común: personas que se alegran por ti, que tienen valores y que deseaban eso que te acaba de pasar. Te dicen que le digas que muchos la quieren, que la abraces por ellos, que disfrutes de su compañía y de la experiencia.

¿Sabéis qué, chicos?
Pienso abrazarla por todos vosotros. Que ese primer abrazo sea por esas miles de personas que desean hacerlo. Quiero hacer que todo ese cariño, todo ese deseo, le pueda llegar a través de mí. Pensaré en vosotros, chicos, cuando lo haga, para que así el abrazo sea más caluroso y apretado y para que también estéis presentes.

No quiero que penséis que he ganado yo y vosotros no. Prefiero intentar que esta experiencia sea de todos y que todos forméis parte de ella como si fueseis en persona. Por eso os pido que enviéis toda la fuerza y que os involucréis en esto tanto como si os hubiese tocado vivir la experiencia. Dadme ideas, decidme qué queréis que haga, qué pensáis, todo...
Quiero compartir esto porque es tan vuestro como mío, y espero poder hacerlo desde esta plataforma o utilizando los medios que me sean posibles para acercaros lo todo lo que pueda a algo tan bonito.

Y para acabar quiero dejaros una banda sonora de cómo puedo sentirme un día como hoy.

Chicos, aunque empecéis un día agotador y tus esperanzas sean pocas, no olvidéis que siempre hay espacio para las sorpresas.